Hoy en día, observamos que los productores de vino se enfrentan a un cambio en los hábitos de consumo. De hecho, los consumidores no conservan sus vinos tanto tiempo como antes y prefieren vinos con más acceso a la fruta, redondez y grasa.
Pero ¿cómo podemos diversificar nuestros procesos de producción?
Los depósitos de vino que se utilizan principalmente para la vinificación clásica son de acero inoxidable u hormigón, o en barricas de roble… Pero al madurar los vinos, algunos bodegueros utilizan barricas o chips para añadir esas notas de madera a sus vinos. En estos tiempos de cambio, a la era del deposito de vino clásico le empiezan a salir nuevos competidores… Empezamos a ver cada vez más en los châteaux la llegada de un nuevo recipiente para la vinificación o la crianza…
El deposito de vino con forma de huevo, más comúnmente el deposito de vino con forma ovalada, que casi recuerda a las ánforas o dolias que se utilizaban en la antigüedad para hacer el vino. Estos famosos OVOÏD tienen características algo sorprendentes. Sí, por su forma redondeada calculada a partir de la proporción áurea, pero también por la microoxigenación debida al material, la crianza en este tipo de depósitos aportaría más fruta, redondez y grasa al vino y, por tanto, los haría menos astringentes y más agradables de beber inmediatamente.
¿Por qué un deposito de vino con esta forma?
De hecho, está en el origen del movimiento de convección o movimiento browniano, que forma un vórtice natural en el depósito de vino. Este vórtice mantiene las lías en suspensión y aporta más redondez, fruta y grasa al vino. Pero son pocos los que han demostrado estos movimientos… Nuestra empresa WINE AND TOOLS ha asumido esta tarea combinando distintos condicionantes:
– la variación de la temperatura (unos 3°),
– la forma del ovoide,
– el coeficiente de conductividad térmica del polietileno (el material utilizado para fabricar nuestro OVOÏD by FLEXTANK), similar al del roble.
Pudimos obtener un resultado en forma de modelo informático con flujos de velocidad.
En la actualidad existen varios depósitos de vino con forma de huevo fabricados con distintos materiales, como madera, hormigón y polietileno. Los tres últimos tienen características interesantes: buena micro-oxigenación, o un aspecto resplandeciente. Pero algunos tienen desventajas en términos de facilidad de uso o pérdida de volumen…